Giselle contempla sus manos
llenas de barro han viajado.
Hay días que merecen un descanso.
Mas allá de sus muslos,
el fuego lentamente destruye
cada árbol de vida.
Giselle guarda sus párpados en un cofre,
los separa de sus manos,
los elimina.
Giselle arde sobre la palabra
y nada tiene de malo que quizás dormida
se descubra en el espejo
y no regrese todavía.
© Yosie Crespo
Me gusta muchisimo eso de guardar los parpados en un cofre...te imaginas encontrar semejante tesoro??? Lindisimo! Un abrazo
ReplyDeleteMuy bueno,...Me cautiva la forma en que escribes..... ella arde sobre las palabras...y no regresa al mirarse..
ReplyDeleteMiguel Lucero