No
son labios son gaviotas
valientes
navíos
estoy
a un tris de nacer en otro cuerpo
la
usura de gritar a golpe
lo
dice el ruido, la lluvia
y
luego el calor que esta vez
quizás
sea lo mismo
irme,
como en el poema
dejar
la voz contra el muro de concreto
cómo
intento entrar en la memoria
con
más fuerza, pequeña
la
ciudad y el volcán del otro lado
cuestan
la sal de la vida
me
siento a esperar demasiados silencios
estoy
adentro en otro cuerpo
y
el sudor entra en la casa
de
la calle catorce
donde
he plantado este jardín
para
después qué hacer con las flores
las
blancas noches
en
donde no pasan las horas y el amor,
cerca
del agua
hacia
nada suavemente
esta
es la hora de la luna inoxidable
estar
allí y aquí menos
es
el canto del buen dolor
la
semilla suspendida
el
parentesco con la misma enfermedad,
la
poesía misma.
© 2014, Yosie Crespo